“Es lo más absurdo e impropio representar en iconos a Dios Padre con
una barba gris y al Hijo Unigénito en Su seno con una paloma entre
ellos, porque nadie ha visto al Padre según Su Divinidad, y el Padre no
tiene carne […] y el Espíritu Santo no es en esencia una paloma, sino en
esencia Dios “(Gran Sínodo de Moscú, 1667).
Para la Iglesia ortodoxa rusa, la representación de la Santísima
Trinidad en el arte ha sido un tema de controversia durante los últimos
mil años. A pesar de que el Concilio de Nicea en 787 permitió la
representación artística de Dios, la Iglesia ortodoxa rusa no estaba
satisfecha con las imágenes populares de Dios Padre y Dios Espíritu
Santo.
Sentían que el hombre de barba gris y la paloma no podían hacer
justicia al insondable misterio del Dios trino. En lugar de estas
imágenes difundidas de Dios, eligieron usar el icono de la Trinidad de
Andrei Rublev como la manera apropiada de representar al Padre, al Hijo y
al Espíritu Santo.
Este icono ruso es difícil de entender para los que no
pertenecen a la tradición ortodoxa y a primera vista no parece
representar a la Santísima Trinidad.
La escena central del icono proviene del libro de Génesis, cuando Abraham da la bienvenida a tres extranjeros en su tienda.
“Apareciósele Yahveh [a Abraham] en la encina de Mambré … Levantó los
ojos y he aquí que había tres individuos parados a su vera. Como los
vio acudió desde la puerta de la tienda a recibirlos, y se postró en
tierra … Luego tomó cuajada y leche, junto con el becerro que había
aderezado, y se lo presentó, manteniéndose en pie delante de ellos bajo
el árbol” (Génesis 18, 1-8).
El icono de Rublev representa esta escena con tres ángeles,
similares en apariencia, sentados alrededor de una mesa. En el fondo
está la casa de Abraham, así como una encina que se encuentra detrás de
los tres invitados.
Mientras que el icono representa esta escena en el Antiguo
Testamento, Rublev utilizó el episodio bíblico para hacer una
representación visual de la Trinidad que encaja dentro de las estrictas
directrices de la Iglesia ortodoxa rusa.
El simbolismo de la imagen es complejo y pretende resumir las
creencias teológicas de la Iglesia en la Santísima Trinidad. En primer
lugar, los tres ángeles son idénticos en apariencia, lo cual corresponde a la creencia de la unidad de Dios en tres Personas.
Sin embargo, cada ángel lleva una prenda diferente, trayendo a la mente cómo cada Persona de la Trinidad es distinta.
El hecho de que Rublev represente a la Trinidad usando ángeles es
también un recordatorio de la naturaleza de Dios, que es espíritu puro.
Los ángeles son mostrados de izquierda a derecha en el orden en que
profesamos nuestra fe en el Credo: Padre, Hijo y Espíritu Santo.
El primer ángel lleva una ropa interior azul, que simboliza la
naturaleza divina de Dios y una prenda púrpura exterior, apuntando a la
realeza del Padre.
El segundo ángel es el más familiar, ya que lleva la ropa típicamente
usada por Jesús en la iconografía tradicional. El color carmesí
simboliza la humanidad de Cristo, mientras que el azul es indicativo de
su divinidad. La encina detrás del ángel nos recuerda el árbol de la
vida en el Jardín del Edén, así como la cruz sobre la cual Cristo salvó
al mundo del pecado de Adán.
El tercer ángel lleva una prenda azul (divinidad), así como una
vestidura verde por encima. El color verde apunta hacia la tierra y la
misión de renovación del Espíritu Santo. El verde es también el color
litúrgico usado en Pentecostés en la tradición ortodoxa y bizantina.
Los dos ángeles a la derecha del icono tienen una cabeza ligeramente
inclinada hacia el otro, ilustrando el hecho de que el Hijo y el
Espíritu vienen del Padre.
En el centro del icono hay una mesa que se asemeja a un altar.
Colocado sobre la mesa hay un tazón o cáliz de oro que contiene el
ternero que Abraham preparó para sus invitados y el ángel central parece
estar bendiciendo la comida. Todo eso nos recuerda el sacramento de la Eucaristía.
Aunque no es la representación más directa de la Santísima Trinidad,
es una de las visualizaciones más profundas jamás producidas. En las
tradiciones ortodoxa y bizantina permanece como la principal manera de
representar al Dios Trino.
El icono es incluso muy estimado en la Iglesia católica romana y es
utilizado con frecuencia por los catequistas para enseñar a otros sobre
el misterio de la Trinidad.
La Trinidad es un misterio y siempre lo será mientras estamos en la
tierra. Sin embargo, a veces nos vislumbramos algo en la vida divina de
Dios, y el icono de Rublev nos permite un breve segundo para mirar
detrás del velo.
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