Este 2 de diciembre el Papa Francisco dio una conferencia de prensa en el vuelo que lo llevaba a Roma, tras su visita apostólica a Myanmar y Bangladesh. En ella se relató su encuentro con un grupo de refugiados rohingya y respondió sobre la posibilidad de un viaje a China, o sobre el uso de armas nucleares, la paz, la justicia social en los países visitados. A continuación ofrecemos algunas de las preguntas más interesantes del encuentro.
 
- Sagrario Ruiz, Radio Nacional Española: La crisis de los rohingya ha centrado gran parte de este viaje a Asia, ayer les nombró por su nombre finalmente en Bangladesh, ¿se ha quedado con las ganas de haber hecho lo mismo en Myanmar?, ¿de haberles nombrado con esta palabra ‘rohingya’?, y ¿qué sintió ayer cuando les pidió perdón?

- Papa Francisco: No fue la primera vez ayer, varias veces en público, desde la Plaza de San Pedro, en Ángelus o en audiencia los he nombrado (la periodista interrumpe y precisa “pero en este viaje”). Sí, pero quiero subrayar que ya se sabía lo que yo pensaba y lo que decía. Su pregunta es interesante porque me lleva a reflexionar sobre cómo busco comunicarme, para mí la cosa más importante es que el mensaje llegue y por esto buscar decir las cosas, paso a paso, y escuchar la respuesta a fin de que llegue el mensaje. Un ejemplo de la vida cotidiana: un joven, una joven en la crisis de la adolescencia puede decir lo que piensa, pero tirando la puerta en la nariz del otro… y el mensaje no llega, se cierra.

» A mí me interesa que este mensaje llegase. Para esto he visto que si en el discurso oficial hubiese dicho esa palabra daba la puerta contra la nariz, pero he descrito las situaciones, los derechos, ningún excluido, la ciudadanía, para permitirme en las conversaciones privadas ir más allá.

» He quedado muy satisfecho con las conversaciones que pude tener, porque es verdad que no he tenido el placer de tirar la puerta en la nariz, públicamente una denuncia, pero he tenido la satisfacción de dialogar y hacer hablar al otro, y decir lo mío; y así el mensaje ha llegado, y a tal punto ha llegado que he continuado, y ha terminado ayer… con eso. Y esto es muy importante en la comunicación: la preocupación que el mensaje llegue. Tantas veces denuncias, también en los medios, pero no quiero ofender, pero con cualquier agresividad cierran la puerta y el mensaje no llega, y ustedes que son especialistas en hacer llegar el mensaje, para mí comprenden bien esto.

» Después, ¿qué he sentido ayer? Esto no era programado así. Sabía que encontraría a los rohingya, no sabía dónde y cómo, pero esta era la condición del viaje para mí, y se preparaban los modos. Después de tantas gestiones con el gobierno, con las cáritas…
El Papa Francisco con los rohingya
» El gobierno ha permitido este viaje, de estos que vinieron ayer. Porque el problema para el gobierno que les protege y les da hospitalidad, y esto es grande. Aquello que hace Bangladesh por ellos es grande, un ejemplo de acogida, país pequeño, pobre que ha recibido 700 mil. Yo pienso en los países que cierran las puertas, debemos ser agradecidos por el ejemplo que nos han dado. El gobierno debe moverse, por las relaciones internacionales con Myanmar, con permisos, diálogo, porque están en un campo de refugiados, están en un estado especial de refugiados, pero al final vinieron, espantados, no sabían.
 
» Alguien les había dicho ‘ustedes saluden al Papa, no digan nada’, así, alguien que no era del gobierno de Bangladesh, gente que se ocupaba de los trámites.
 
» En un cierto punto después del diálogo interreligioso, la oración interreligiosa, esto ha preparado el corazón de todos nosotros. Estábamos religiosamente muy abiertos. Yo al menos lo sentía así. Y llegó el momento de que ellos llegasen para saludarme, en fila india, y eso no me ha gustado. Uno, otro, pero de pronto querían sacarlos del escenario y ahí me he molestado y he gritado un poco. Soy pecador. Les he dicho tantas veces la palabra ‘respeto, respeto, deténganse’ y ellos se quedaron ahí.
 
» Después de haberles escuchado uno a uno con el intérprete que hablaba en su lengua, comencé a sentir cosas dentro, pero no puedo dejarles ir sin decirles una palabra. Pedí el micrófono y comencé a hablar. No recuerdo qué dije. Sé que en un cierto punto he pedido perdón, por dos veces. No recuerdo.
 
» Su pregunta es qué cosa he sentido. En aquel momento lloraba, buscaba que no se viese. Ellos lloraban. Y después he pensado que estábamos en un encuentro interreligioso y los líderes de las otras tradiciones religiosas estaban allá. ‘¿No vienen también ustedes? Estos eran los rohingya de todos nosotros’.
 
» Ellos han saludado a los rohingya y yo no sabía qué cosa más decir, los miraba, los saludaba, y he pensado que todos nosotros hemos hablado, los líderes religiosos, ‘pero uno de ustedes que haga una oración’, y aquel que creo era un imán o digamos un clérigo entre comillas de su religión, hizo la oración. También ellos han rezado. He visto todo el transcurrir y todo el camino he pensado que el mensaje ha llegado.
Papa en el encuentro con los jóvenes en Bangladesh
- Etienne Loraillere, de KTO, la televisión católica francesa: Cuando oponen el diálogo interreligioso y la evangelización, durante este viaje usted ha hablado del diálogo para construir la paz. ¿Pero cuál es la prioridad: evangelizar o dialogar por la paz? Porque evangelizar significa suscitar conversiones que provocan tensiones y a veces crean conflictos entre los creyentes. Por tanto, ¿cuál es su prioridad: evangelizar o dialogar?
 
- Papa Francisco: Primera distinción: evangelizar no es hacer proselitismo. La Iglesia crece no por proselitismo, sino por atracción, es decir por testimonio. Esto lo ha dicho el Papa Benedicto XVI. ¿Cómo es la evangelización? Vivir el Evangelio y testimoniar cómo se vive el Evangelio, testimoniar la santidad, testimoniar Mateo 25, testimoniar al buen samaritano, testimoniar el perdón 70 veces 7 y en este testimoniar el Espíritu Santo trabaja y se dan las conversiones, pero nosotros no somos muy entusiastas para hacer rápido las conversiones, si vienen, esperan, se habla, la tradición de ustedes…buscar (que) una conversión sea la respuesta a algo que el Espíritu Santo ha movido en mi corazón ante el testimonio de los cristianos.
 
» En el almuerzo que tuve con los jóvenes de la JMJ de Cracovia, una decena de jóvenes de todo el mundo, uno me hizo esta pregunta: qué debo decir a un compañero de universidad, amigo, que es ateo, qué debo decirle para cambiarlo, para convertirlo. La respuesta fue esta: ‘La última cosa que debes hacer es decir algo, tú vive el Evangelio y si él te pregunta por qué haces esto, le puedes explicar por qué lo haces. Y deja que el Espíritu lo active’. Esta es la fuerza y la mansedumbre del Espíritu Santo, no es un convencer mentalmente, una apologética, con las razones, es el Espíritu que hace la vocación. Nosotros somos testimonios, testimonios del Evangelio, ‘testimonio’ es una palabra griega que se dice mártir, martirio de todos los días, martirio también de la sangre, cuando llega. Y su pregunta es prioritaria, ¿la paz o la conversión? Pero cuando se vive con el testimonio y el respeto, se hace la paz. La paz comienza a romperse en este campo cuando comienza el proselitismo y hay tantos modos de proselitismo y esto no es Evangelio. No sé si he respondido.
 
- Joshua McElwee, National Catholic Reporter: Durante la Guerra Fría, el Papa San Juan Pablo II dijo que la política mundial de disuasión nuclear estaba justificada como moralmente aceptable. El mes pasado usted ha dicho en una conferencia sobre el desarme que la misma posesión de armas nucleares es condenable. ¿Qué cosa ha cambiado en el mundo que lo ha llevado ha hacer este cambio? ¿Qué rol tuvieron los episodios y las amenazas entre el Presidente Donald Trump y Kim Jong Un en su decisión? ¿Qué dice usted a los políticos que no quieren renunciar a los arsenales nucleares o ni siquiera disminuirlos?
 
- Papa Francisco: ¿Qué ha cambiado? Cambió la irracionalidad. Me viene a la mente la encíclica Laudato si’: el cuidado de lo creado, de la creación.
 
» Desde el tiempo del Papa San Juan Pablo II hasta hoy, a todo esto han pasado tantos años, ¿cuántos?, ¿tienes los datos? ‘82, ‘92, 2002, 2012…34 años. En lo nuclear, en 34 años se ha ido más allá, más allá, más allá…
 
» Hoy estamos al límite. Esto se puede discutir, pero es mi opinión, pero mi opinión convencida: estamos al límite de la legalidad de tener y usar las armas nucleares. ¿Por qué? Porque hoy con el arsenal nuclear así sofisticado, estamos en riesgo de destruir la humanidad o al menos de gran parte de la humanidad. Esto lo conecto con la Laudato si’
 
» ¿Qué cosa ha cambiado? Esto: el aumento del armamento nuclear. Ha cambiado así, son sofisticadas, y también crueles, también son capaces de destruir las personas, dejando…sin tocar las estructuras. Pero estamos al límite, y por qué estamos al límite me hago esta pregunta –esto no como magisterio pontificio, sino es la pregunta que se hace un Papa–. ¿Hoy es lícito mantener los arsenales nucleares como están o hoy para salvar lo creado, salvar la humanidad no es necesario retroceder?
 
» Regreso a una cosa que la había dicho, que es de Guardini, no es mía: hay dos formas de incultura. Primero la incultura que Dios nos dio para hacer la cultura con el trabajo, con la investigación, más adelante. Pero pensemos a las ciencias médicas, tanto progreso, tanta cultura, la mecánica, tantas cosas; y el hombre tiene la misión de hacer cultura de la incultura recibida.
 
» Pero llegamos a un punto donde el hombre tiene a la mano, con esta cultura, la capacidad de hacer otra ‘incultura’. Pensemos en Hiroshima y Nagasaki. Esto hace 60-70 años atrás, la destrucción. Y también esto sucede cuando no se llega a tener todo el control de la energía atómica. Piensen en los accidentes de Ucrania. Por esto, regresando a las armas, que son para vencer destruyendo, digo que estamos al límite de la legalidad.
Papá Francisco se reunió con Aung San Suu Kyi 
- Delia Gallagher, de la CNN: Santidad, no sé cuánto usted nos puede responder, pero tengo curiosidad de su encuentro con el General Hlaing, porque he aprendido mucho sobre esta situación estando aquí y he entendido que, aparte de Aung San Suu Kyi, está este militar que es muy importante en la crisis y que usted encontró personalmente: ¿Qué tipo de encuentro fue y cómo fue hablar con él?
 
- Papa Francisco: Buena pregunta. Yo distinguiría entre dos encuentros, dos tipos de encuentro. El que he hecho para ir al encuentro de la gente, y el encuentro donde he recibido gente. Este general me pidió hablar y lo recibí, yo nunca cierro la puerta. Usted pide hablar, viene. Hablando no se pierde nada, siempre ganas. Fue una buena conversación, que no puedo decirla porque era privada, pero yo no he negociado la verdad. Pero lo hice de tal manera que él entendió un poco que un camino, como era en los malos tiempos, renovada hoy, no es viable. Fue un buen encuentro, civilizado e incluso allí llegó el mensaje
 
- Gerard O’Connell, de America Magazine: Usted ha encontrado a Aung San Suu Kyi, el presidente, los militares, el monje, que crea algunas dificultades, y luego ha ido a Bangladesh y se ha reunido con el primer ministro, el presidente, los líderes islámicos. ¿Qué cosa Ud. sacaría de estos encuentros? ¿Cuál es su análisis de todos estos encuentros y su perspectiva para el futuro y el desarrollo de estos países?
 
- Papa Francisco: No será fácil avanzar en un desarrollo constructivo y no será fácil para alguien que quisiera retroceder. Estamos en un punto donde se deben estudiar las cosas. Alguien, no sé si es verdad, me dijo que el estado de Rachine, es un estado muy rico de piedras preciosas y que tal vez había intereses, siendo un poco una tierra sin la gente para trabajar, pero no sé si es verdad, estos son los supuestos que se dice, también sobre África se dice tanto. Pero creo que estamos en un punto en el que no será fácil el seguir adelante de una manera positiva y no será fácil volver. Porque la conciencia de la humanidad de hoy; el hecho de alrededor de los rohingya, que las Naciones Unidas ha dicho que los rohingyas son ahora la minoría religiosa y étnica más perseguida en el mundo, este es un punto que, el que debe regresar, debe hacerlo pronto. Estamos en un punto allí, que con el diálogo comienza el paso, otro paso, tal vez medio paso atrás y dos adelante, pero como lo hacen las personas, con benevolencia y diálogo, nunca con la violación, nunca con la guerra. No es fácil. Pero es un punto de inflexión. ¿Se hace este punto de inflexión para el bien? ¿O se hace este punto de inflexión para retroceder? Eso sí, la esperanza yo no la pierdo. Pero ¿por qué? Sinceramente, si el Señor ha permitido esto que vivimos ayer, y que hemos vivido de una manera más reservada, entre dos discursos; el Señor permite algo para prometer otra. Tengo esperanza cristiana, nunca se sabe.
El Papa en Bangladés país de mayoría musulmana
- Enzo Romeo, de TG2 italiana: Quería preguntar dos cosas, una sobre la globalización porque hemos visto sobre todo en Bangladesh. El motivo de mi pregunta que se refiere al viaje, que es un país que está tratando de salir de la pobreza, pero con sistemas que parecen para nosotros realmente pesados, hemos podido ver en una gran plaza este lugar donde se ha caído el edificio que era usado por la industria textil, y mil cien personas muertas, cinco mil heridos que trabajaban por 60 euros al día, en nuestro restaurante por comer un plato de pasta o de pizza se pagaba 50 euros y esto es increíble. Para usted en cuanto a visto o escuchado, ¿es posible salir de este mecanismo?; y la otra pregunta es algo que pensamos todos: Sobre los rohingya parecía que había la intención de intervenir de grupos yihadistas, Al Qaeda, ISIS, buscaban hacerse tutores, de este pueblo, de la libertad de este pueblo. Interesante que el jefe de la cristiandad se haya mostrado amigo, de alguna manera de este grupo extremista ¿Es justa esta sensación?
 
- Papa Francisco: Voy por la segunda. Hubo grupos terroristas allí que intentaban aprovecharse de la situación rohingya, que son personas de paz. Estos son como todos las etnias, todas las religiones. Siempre hay un grupo fundamentalista, también nosotros los católicos los tenemos. Los militares justifican su intervención para estos grupos. Yo no busco hablar con estas personas, busco hablar con las víctimas, porque las víctimas son los rohingya, quienes de una parte sufrieron esa discriminación y por otra parte fue defendida de los terroristas. El gobierno de Bangladesh tiene una campaña muy fuerte, según me dijeron los ministros, de tolerancia cero al terrorismo, no solo por eso, para evitar otros puntos, pero aquellos que se alistaron en el ISIS, que no son rohingya, sino un grupo fundamentalista y extremista, pequeño. Pero esto hacen los extremistas, justifican la intervención que destruyó lo bueno y lo malo.
 
- Enzo Romeo, de TG2 italiana: Bangladesh buscando salir de la globalización pero a un precio alto con la gente explotada por poco dinero.
 
- Papa Francisco: Es uno de los problemas más graves, hablé sobre esto en reuniones personales, ellos son conscientes de esto, son conscientes que la libertad hasta cierto punto está condicionada no sólo por los militares, sino también por los grandes fideicomisos internacionales y se han centrado en la educación y creo que fue una sabia elección. Y hay planes para la educación, me mostraron los porcentajes de los últimos años y cómo ha caído la no educación. Bastante. Y eso es lo que han elegido, y tal vez vaya bien. Y afirman que con la educación, el país va.
El Santo Padre en Dhaka
- Jean Marie Guenois, de Le Figaro: Hoy el país de donde viene es Birmania, antes de esto usted ha estado en Corea, Filipinas, Sri Lanka. La impresión es que está rodeando por entero a China, por tanto dos preguntas sobre China ¿Es en preparación a un viaje a China? Y segundo: ¿qué cosas ha aprendido de este viaje sobre la mentalidad asiática en vista a este proyecto de China?
 
- Papa Francisco: Hoy, la señora consejera de Estado de Myanmar fue a Beijing. Vemos que hay diálogos. Beijing tiene una gran influencia en la región, es natural, el Myanmar no sé cuántos kilómetros de frontera hay. Incluso en la Misa habían chinos que vinieron. Creo que estos países que rodean la China, Laos, Camboya, necesitan buenas relaciones, están cerca y esto me parece es sabio, si es políticamente constructivo, puede continuar. Es cierto que China hoy es una potencia mundial, si vemos que este lado puede cambiar el panorama, pero serán los politólogos quienes lo expliquen, yo no puedo explicarlo, me parece natural que tengan una buena relación.
 
» El viaje a China no está en preparación, pueden estar tranquilos, por el momento no está en preparación. Pero hablando de Corea, cuando me dijeron que estábamos cruzando tierras chinas, sí quería decir algo: me gustaría visitar China, me gustaría, no es algo oculto. Las negociaciones con China son de alto nivel, culturales, hoy, por ejemplo, en estos días hay una exposición de los museos del Vaticano allí, luego habrá uno o hubo uno, no sé, de los museos chinos en el Vaticano, las relaciones culturales, científicos, profesores, sacerdotes que enseñan en universidades estatales chinas, están allí. Luego está el diálogo político, especialmente para la Iglesia china, con esa historia de la Iglesia Patriótica, la Iglesia clandestina que debe ir paso a paso con delicadeza, como lo están haciendo, lentamente, creo que en estos días, hoy comenzará una sesión mañana en Beijing de la comisión mixta. Se necesita paciencia. Pero las puertas del corazón están abiertas. Y creo que será bueno para todos viajar a China, me gustaría hacerlo.
Bangla Desh, nuevos sacerdotes ordenados por el Papa
- Alicia Romay, Gestiona Radio: Por mi parte tengo una pregunta, porque ayer cuando hemos estado con los sacerdotes que han profesado sus votos, he pensado si no tienen miedo de ser sacerdotes católicos en este momento de la vida católica en ese país, y si ellos le han preguntado a usted ¿qué hacer cuando llega el miedo y no saben qué hacer?
 
- Papa Francisco: Yo siempre tengo la costumbre que cinco minutos antes de la ordenación hablo con ellos en privado, y me han parecido serenos, tranquilos, con conciencia de la misión. Normal, normal. La pregunta que les hice: ¿Juegan futbol? ‘Sí’, todos, es una pregunta importante, una pregunta teológica, pero eso del miedo no lo he percibido, ellos saben que deben ser cercanos, cercanos a su pueblo, eso sí, se sienten cercanos al pueblos, y eso me ha gustado. Luego he hablado con los formadores, con algún obispo y me han dicho que antes de entrar al seminario se hace un pre-seminario, al punto que aprenden tantas cosas, incluso aprenden perfectamente el inglés, por decir, una cosa práctica, aprenden el inglés y empiezan el seminario, al punto que en la ordenación no es a los 23, 24; es a los 28, 29 años. Parecen niños, porque todos se ven muy jóvenes, todos, incluso el mayor de ellos, pero los veo seguros. Ellos son cercanos a su pueblo, es así, y se cuidan porque cada uno de ellos pertenecen a una etnia y por esto se cuidan.
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